sábado, 22 de octubre de 2011

Te quiero...tan difícil es decirtelo?

Solo quiero que me quieras. Solo quiero que te enteres. Solo quiero estar contigo. ¿Tan difícil es? Sí...vale, es difícil, y puede que hasta improbable, pero no sabes cuánto lo deseo. Mi entrada de hoy, como otras, tiene que ir dedicada a ti. Sé que se está convirtiendo en una especie de "monotema", pero me encanta hablar de ti. Me encanta imaginar momentos perfectos que podríamos pasar. Momentos que nunca olvidarías. Momentos.
Pero no, volvemos a la realidad. No hay nada, ni nadie. No estás conmigo. No me quieres. Todo es triste, feo, negro, melancólico, horrible. Sí, a parte, tengo un día "out", pero es verdad, seamos realistas. Pero volvemos otra vez a lo mismo. Me vuelvo a hacer la misma pregunta. ¿Por qué no puede ser todo perfecto? ¿Por qué no me dices "te quiero"? Dios... sí, lo sé. Es una rayada. A parte, estoy escribiendo como me apetece, lo que hace todo más lioso. Pero bueno, es que te quiero, no hay más. Te gusta otro, lo sé.Otro más feo, (obvio, HÁ) pero bueno, no se puede decir que el chico no sea majo, PERO YO SOY EN TODO MEJOR. Arg. Esto es todo un poco mierda. Me aburro de estar así. Pero es que como te guste él... ¿qué hago, me pego un tiro? es que es un poco flipante todo. Quiero que me hagas un poco de caso. Quiero poder quererte como quiero. Pero no, no te gusto, no puedo gustarte...
Ahora estoy triste, pensando lo "tonta" que eres, y lo TONTO que soy yo sin ni siquiera intentar algo, así que... supongo que volveré a escribir cuando se me pase esta sensación, o cuando tenga algo nuevo que aportar, o simplemente cuando me apetezca. (sí, estoy un poco borde...)

martes, 11 de octubre de 2011

Vive el presente, y disfruta lo que tienes

No sé si será para siempre. No sé si todo esto será de verdad. No sé cuál es su precio de la amistad. Ni siquiera sé cuál es el mío. Lo importante, sin embargo, es que estoy disfrutando el momento, rodeado de la gente con la que de verdad me apetece estar, con la que de verdad me siento a gusto. Me da igual cómo sean, cómo vistan, cómo piensen o cómo hablen. Simplemente me vale con que sean ellos mismos, y que me aprecien y respeten mi forma de ser, de vestir, de pensar o de hablar.
A lo mejor dentro de unos años, cada uno está por su parte, pensando en sus nuevas preocupaciones, separado de lo que durante un tiempo fue divertido, y al menos para mí, único. O quizás no. Quizás sigamos estando tan unidos o incluso más que ahora. Quizá, igual que nos unimos por una simple casualidad, podamos conservar esa unión por mucho tiempo, una unión más fuerte, o quizá constante; la suficiente como para seguir adelante.
De todas formas, ahora "el grupo" es "el grupo", sin un número determinado y fijo, con personas que vienen, que se van, y con los que siempre están. Estas personas son las que realmente "mueven" al grupo. Con esto no pretendo quitar valor al resto, pero sí quiero destacar que cada fin de semana, cada tarde, cada día especial y cada fiesta en los que "el grupo" se ha divertido, se ha peleado, a reído o ha podido llorar, ha sido gracias a ellos, esos que siempre están.
Y es que, por ejemplo, esa chica rubia despampanante, el chico que conducía, la chica con tendencias freakys o esos vecinos inseparables, en realidad me lo han hecho pasar bien. Aunque muchas veces no quiera reconocerlo, he disfrutado, y aun sigo haciéndolo, de estos momentos que sabemos que nunca volverán a repetirse.
Seremos un grupo diferente, o a lo mejor somos un grupo más. Pero yo creo que somos especiales, y tenemos la suerte de que, por lo menos ahora, estamos juntos porque queremos y podemos, porque nos gusta de verdad, y no nos dejamos llevar por apariencias o factores externos. Como en todos los grupos, congeniaremos más con unos que con otros, pero siempre acabamos todos juntos, con nuestros planes "lo que surja" sentados siempre en el mismo banco, pensando qué podemos hacer ese día.
En un futuro, puedo asegurar que este sentimiento hacia estas personas y estos momentos, siempre va a estar conmigo, quizá oculto por otros sentimientos más fuertes que aún nos hayan unido más, u otros sentimientos totalmente opuestos que me impidan ver en una primera reacción lo que un día fue "el grupo", NUESTRO grupo.




En realidad, os quiero un poco.

http://www.youtube.com/watch?v=UOycDErxJDM
(no había otra canción que representase más nuestro ambiente :D)

sábado, 8 de octubre de 2011

Molly apaga su vida.

El jueves, de madrugada, ya no se veía ninguna luz desde la ventana de Molly. Ahora descansa, pero para siempre. Su sobrina Jane cuidaba de ella esa noche. Eran las cuatro y media, y Molly todavía respiraba, de una forma inquieta y nerviosa, pero lo hacía. Jane, debido al cansancio acumulado de no haber dormido durante más de una noche, cerró los ojos por un par de minutos. Cuando los abrió, no se escuchaba esa intensa respiración de Molly. Ya no respiraba. Sin embargo, su cuerpo estaba aún caliente. Jane supo mantener la calma, o por lo menos eso aparentó. Avisó a su prima Alice, que estaba descansando después de haberla cuidado durante todo el día, y más tarde avisó a su madre, Ginger. Ginger, a pesar de que ya estaba preparada para recibir esa angustiosa noticia, se quedó paralizada. La pena y angustia invadieron su cuerpo. Hace pocos días había sufrido una subida de tensión repentina, y aún no estaba del todo recuperada. Todos los hijos de Ginger acudieron a respaldar a su madre, a pesar de que todavía no había amanecido. Bernice también llegó, no parecía demasiado triste vista desde fuera. Yo me enteré por la mañana, cuando por casualidad, llamé a mi madre y me lo contó. Pude hablar con mi abuela. Casi no podía hablar. Su voz, rasgada por la tristeza y la impotencia de ver a una hermana morir, era casi irreconocible. Ginger estaba desolada. Aun así, le reconfortaba el hecho de que mi madre Jane, y el resto de sus hijos, junto con sus nietos, estuviesen arropándola en todo momento. Ginger tiene suerte de tener unos verdaderos hijos.
LLegó el momento del tanatorio. Ginger, sus hijos y su sobrina menor, Alice, quien ha sido la única de las hijas de Molly que ha sabido reaccionar, reciben a conocidos, familiares y amigos que se acercan para dar el pésame. Bernice es una zorra. No hay otra palabra para describir sus actos. Ni siquiera fue capaz de agradecer a sus primas la labor que habían hecho, solo fue capaz de pasarse el día entero en la cafetería del tanatorio, subiendo de vez en cuando para aparentar angustia. Bernice tiene una carta. Una carta escrita por Molly antes de morir. Nadie sabe lo que se ha escrito en esa carta, solo Bernice ha podido leerla. Solo sabemos que en ella dedica una parte a su otra hija, Alice, a sus nietos, y como no a su hermana y amiga Ginger. Bernice se ha apropiado de la carta, no se ha preocupado de al menos fotocopiarla para que su tía pueda leerla. Simplemente ha aclarado que "ya se verá lo que se hace con la carta". Bernice no tiene vergüenza, y menos educación.
Por la noche, después de un día duro, Ginger estaba ausente, callada, paralizada. Creo que no había asimilado del todo lo que había pasado. Estaba triste, pero no estaba sola, mi madre y mi tía estaban con ella. Mañana sería el entierro, una parte triste. Una vez pasado eso, se supone que todas las penas deberían quedar atrás. Se supone.

lunes, 3 de octubre de 2011

1+1

Necesito escuchar dos palabras de tu boca. Dos palabras especiales, que nunca dices y siempre recibes, que siempre añoro y nunca obtengo. Dos palabras que signifiquen algo más, algo que englobe mis sentimientos y los que quiero que sientas. Quiero saber lo que sientes, quiero saber que sientes lo que yo siento. Me gustaría tanto que pensaras solo por un momento lo bueno de decirme esas dos palabras... Sé que no soy perfecto, puede que ni siquiera sea de los mejores, pero tengo total seguridad de que nadie puede "quererte" como yo lo haría. Y es que "querer" no es una palabra que para mí únicamente signifique el hecho de sentir afecto hacia alguien, para mí, son los actos que demuestran el afecto que se siente hacia esa persona: cuidarte, escucharte, entretenerte, besarte...Todo esto, unido al millón de actos con los que se puede demostrar el amor por alguien, forman mi propio significado del verbo "querer", de una forma especial.
Y es que intento impresionarte, pero no lo consigo. No sé cómo hacerlo. Mi situación es comprometida, porque puedo tenerte o perderte en cualquier momento. Por eso me da miedo arriesgarme demasiado, pero me da rabia arriesgar tan poco... Es una situación difícil, ante una chica todavía mas complicada, en la que no sé cómo atraerte ni cómo actuar.
Necesito saberlo de algún modo, necesito que digas, hagas o enseñes alguna pista que me ayude a adivinar eso que creo y no quiero que sientas, eso que todavía nos separa...
Quiero verte a mi lado.
Necesito tenerte.
Me gustas.
Te quiero.